ENTREVISTA DEL TRÁNSITO por Ana Velayos (III)
POESÃA
SANADORA.
P.- Si
en la primera parte haces especial hincapié en el tiempo pasado, en la segunda, “Tránsito de raÃzâ€, nos trasladas de una manera
más explÃcita aún a tu infancia, a tus raÃces, a la familia…
R.- SÃ, son poemas dedicados Ãntegramente a las
raÃces, no tanto a nivel temporal sino que he intentado viajar hasta allà a
través de personajes fÃsicos como mis abuelos, mi madre, las mujeres de mi
familia…Hay un intento de recuperar los anclajes básicos de mi vida y de hacer
un humilde homenaje a las raÃces, a lo que está muy arraigado en mÃ, que es una
parte insustituible de cómo entiendo yo el mundo. Es un intento de poner en
comunicación determinadas cuestiones que forman parte de mi familia y de todas
las familias porque creo que la figura de un padre, una madre o un abuelo con
alzheimer… son intentos de acercamiento a una emoción universal.
P.- En
estos poemas hablas de los abuelos, que vivieron la guerra civil española y la
posguerra, y destacas también el valor de la mujer, a través de personajes muy variados…
R.- Los poemas de esta segunda parte son historias,
relatos que he vivido con los miembros de mi familia hasta hace muy pocos años y son un sencillo
homenaje a esos abuelos que son historia viva de la guerra civil… En la poesÃa uno fusiona personajes y cualquier persona que
recuerde sus vivencias personales con sus abuelos se puede reconocer en estos
poemas…
La poesÃa tiene ese
misterio y esa magia… Igual que en el caso de las mujeres. Creo que las mujeres
de mi familia son los integrantes más fuertes, son el alma y el ancla que las
sostienen.
Además algunos de
estos versos son un homenaje a la mujer y a la historia del feminismo.
Reivindico el papel de la mujer, la abolición del machismo en nuestra sociedad
y la igualdad real y efectiva que tiene que existir entre el hombre y la mujer
y todos tenemos que luchar por lograrlo. Es un ejercicio personal que todos
tenemos que hacer y creo que esta sociedad tiene por delante un inmenso trabajo
de reeducación social.
P.- En
estos textos hay una niñez de fiesta, como señalas, “de fuegos artificialesâ€, pero también una infancia rota por la muerta de tu padre…
R.- SÃ, creo que hay un punto de inflexión que existe
en todas las infancias y, en mi caso, ese salto es abrupto, muy brusco, y
coincide con esa muerte de mi padre una noche de septiembre y a partir de ahÃ
todo cambia. Desde luego hay un antes y un después. El antes está repleto de
una mitologÃa particular de fuegos artificiales, de fiesta, pueblo y hogueras,
de una intensa sensación de seguridad y alegrÃa, y con su muerte eso se
extingue y aparecen en mi vida la furia, el odio, las lágrimas…y entonces los
fuegos artificiales, de los que hablo en el libro, desaparecen.
Recuerdo cuando era
pequeño estar a su lado y contemplar los fuegos artificiales en las fiestas de
Ãvila y recuerdo mirar al cielo y ver los fuegos y su cara… y eso se queda grabado para siempre… los fuegos me recuerdan a él y
procuro no verlos demasiado, la verdad.
En uno de los poemas
de este libro digo que “la infancia deja recuerdos que el presente administra
con holguraâ€. Y es que la infancia va dejando recuerdos y nos vamos topando con
ellos a lo largo de toda nuestra vida. Yo estoy convencido de que me esperan
todavÃa muchos recuerdos de la infancia que voy a encontrar, como ocurrió una
noche en Cataluña que iba conduciendo y viendo fuegos artificiales
y surgieron algunos de los versos de este libro porque aquel momento me llevó
hasta la infancia.
P.-
Dices que “un huérfano es aquel que descubre su origenâ€. ¿Ya has entendido entonces qué es la orfandad?
R.- No sé si la he entendido. La he aceptado, pero no
sé si llega a entender. Para mà lo más grave y más difÃcil es no asumirlo, no
poder verlo. La orfandad es una identidad. Por tanto, cuando uno se sabe
huérfano, tiene la obligación o la necesidad de buscar un refugio de esa
intemperie. Entonces aceptarlo no sé si es la solución, pero es parte de ella
porque uno lo tiene más fácil para decirse a si mismo “necesito un abrazo que
me alivie de esa orfandad†y cuando lo descubres hay una parte de ti que logra
aliviarse y lo vives de una manera mucho más pacÃfica… De hecho ahora lo puedo
hablar ya sin que me atraviesen las lágrimas. En otros momentos de mi vida no
lo podÃa ni nombrar.
¿Y qué ha
ocurrido? Pues que la poesÃa ha sanado el hecho de ser huérfano -ayudado por el paso del tiempo que mitiga el dolor y la ayuda de
algunas personas con las que he hablado mucho de ello- pero creo sinceramente
que la poesÃa me ha ayudado mucho a caer en la cuenta de lo que he vivido, a
poder pensar sobre ello y a escribir estos versos.
Creo que para que
uno escriba algunos de los poemas de este libro tiene que haber vivido muchas
noches de orfandad. Plasmarlo sobre papel no logra que desaparezca pero sà que
sea un sentimiento más pacÃfico, mucho más sereno.
VARIEDAD
DE FONDO Y FORMA.
P.- En
la tercera parte, “Tránsito de Humanidadâ€, los poemas son muy diferentes a los
anteriores…
R.- SÃ, en este apartado cambio totalmente de registro
y creo que el lector lo agradecerá después de la intensidad de las dos primeras
partes. Es igualmente profunda en el contenido pero la forma es distinta. Los
poemas son más originales, irónicos y divertidos. Son versos compuestos de
frases muy breves, incluso hay poemas de una sola frase. QuerÃa que fueran
versos contundentes, explÃcitos e irónicos.
Me interesa mucho la
brevedad en los textos. Creo de hecho que la poesÃa tiene mucho que ver con lo
breve, me interesan los géneros breves, los aforismos, las citas, las
sentencias… y también los autores que han escrito en esa lÃnea porque lo breve
es muy contundente. Un poema de un verso, si está bien escrito, deja un buen
sabor de boca, es muy intenso. Es un ejercicio de máxima intensidad.
P.- Son versos más divertidos.
R.- Me interesa mucho la ironÃa y el sarcasmo y espero
en un futuro presentar un libro única y exclusivamente de humor.
Creo que este libro,
sin renunciar a contar cosas muy serias, lo hace desde un punto de vista más
mordaz y con altas dosis de ironÃa. La ironÃa funciona muy bien en poesÃa e
incluso hace mucho más digeribles algunos temas de los que hablo.
Esta parte hace un
repaso a temas como la religión, la economÃa, el capitalismo…infinidad de
asuntos que son muy serios y que asà escritos creo que pueden tener mejor
acogida. Con brevedad y humor quizá se asimilen mejor.
P.- Y
también son poemas reivindicativos…
R.- Me interesa la poesÃa como alegato y como
resistencia al pensamiento único. Como dirÃa Gabriel Celaya, pienso que la
poesÃa “es un arma cargada de futuroâ€. Leo la poesÃa que se denominó social,
que fue muy criticada, porque me parece que es necesario hablar de ciertas
cosas que están ocurriendo –aunque también escriba de amor o soledad-, pero
creo que la poesÃa tiene que ser testigo visible de su propio tiempo y el
tiempo que nos ha tocado vivir es un tiempo complejo y duro. La poesÃa es una
forma más de reflexionar sobre ello. Además, me interesa mucho la polÃtica como
ciudadano y, como hablábamos antes, creo que las cosas que forman parte de ti
de una manera muy profunda acaban saliendo en todo lo que haces, en tu forma de
hablar, de pensar y, por supuesto, de escribir y en mi caso tienen una
traducción inmediata en los poemas que escribo.
P.- En
los que adoptas un posicionamiento crÃtico con algunas situaciones que estamos
viviendo social y polÃticamente.
R.- PodrÃamos decir que son poemas “cÃvicos†porque la
poesÃa es un posicionamiento. Es imposible no escribir desde un posicionamiento
polÃtico. Son versos que hablan de la situación económica, la contaminación, la
guerra, la inmigración, el capitalismo y sus excesos… La polÃtica es quizá la
actividad que más me interesa –que es muy distinto de los partidos polÃticos-
hablo de la polÃtica como un planteamiento más general, como la administración
del bien común de los ciudadanos como se entendÃa en la Grecia Antigua. Creo
que ese concepto hay que recuperarlo y hay que militar para recuperarlo y para
tratar de mejorar y cambiar el mundo porque es posible hacerlo.
Y eso se refleja en
la poesÃa porque se escribe desde un posicionamiento estético, ético y
polÃtico. No sólo quiero hablar de temas más personales sino de otros temas
como el polÃtico y el social porque intento que la poesÃa sea testimonio y
testigo de lo que está ocurriendo. Me interesa la poesÃa que manifiesta; que
critica, que denuncia, que cuestiona, que reflexiona sobre cuestiones polÃticas
y sociales.
Pero aunque algunos
de los poemas de Permanencia en el Tránsito puedan verse como textos más
sociales y polÃticos no me gusta definir la poesÃa que escribo. Sencillamente
son una faceta de más de alguien que se sienta a escribir y le interesan temas
muy variados como el amor, la orfandad, el tiempo y la polÃtica, que es una
faceta más. Tan necesaria en este libro como cualquier otro tema.
NOCHE Y
PIEL.
P.-
“Tránsito de Piel†es la cuarta parte del poemario donde evocas los cuerpos de
mujer…
R.- Los poemas no son sólo de quien los escribe sino
de quien los inspira y hay que reconocer y escribir sobre historias de amor muy
profundas, pero también encuentros fugaces y breves, que también pueden ser muy
intensos porque dos personas pueden entregarse mucha cosas, si se vive desde la
pasión y la sinceridad.
Y, en ese sentido,
he querido escribir textos que hablan de una mayor profundidad del amor y otros
poemas que reflejan esa fugacidad porque sabes que son historias de una noche o
reencuentros en los que tienes la certeza de que cuando amanezca cada uno va a
tirar para un lado distinto… pero estos versos son también de agradecimiento y
reconocimiento.
P.- ¿Un homenaje al amor y al desamor?
R.- En el primer libro me centré en una única historia
de amor, sin embargo, en Permanencia en el Tránsito aparecen más las
sensaciones fÃsicas de varios cuerpos. He querido que fueran versos en los que
se sintiera el amor, el desamor, sus restos y sus consecuencias.
Son versos también
en los que hablo de las despedidas, los reencuentros, los amores fugaces y
nocturnos, los amores imposibles…a través de distintos cuerpos de mujer.
P. Como
si el tacto de la piel y el amor se trasformaran en poesÃa…
R.- Al final uno acaba haciendo literatura de todo lo
que vive. Muchas de las cosas que nos pasan pueden formar parte de un poema y
las historias de amor son especialmente intensas y dan pie a la poesÃa. A pesar
de que creo que escribir sobre el amor es muy difÃcil y hay grandes poetas que
nos advierten y aconsejan que no se escriban textos de amor hasta una edad muy
avanzada.
En este nuevo
poemario yo no dirÃa que son textos de amor sino que son textos de
reconocimiento, de aproximación entre cuerpos. Son más bien textos escritos
desde la pérdida, poemas de vocación erótica, textos de nostalgia…
En los versos de
este libro no hablo tanto de amor como de la práctica amorosa que, aunque sabes
que no va a llegar a buen puerto, a pesar de todo vives esa historia. Algunos
de estos poemas rinden un pequeño homenaje a los encuentros, a las despedidas, a
los reencuentros… como una cuestión
inevitable de la vida que nos va presentando personas: unas desaparecen, otras
reaparecen, otras no sabemos de ellas pero nos gustarÃa encontrar sus rastros
y, en otros casos, son amores imposibles.
P.- ¿También en esta parte “vuelven las ausencias que siempre están presentes�
R.- Es el eje central del poemario, que está escrito
desde la ausencia y desde la pérdida. Y son ausencias que necesitas recuperar y
evocar durante algún tiempo. Las escribes, y al estar escritas, de alguna
manera ya no se pierden; ya no son ausencias invisibles sino que son ausencias
más reconocibles. Y eso es lo he querido trasmitir en esto poemas puesto que
son historias que, probablemente, si no las hubiese escrito habrÃan acabado en
el olvido y asà quizá uno las rescata y les da si cabe más dignidad de las que
ya tienen en la memoria.
P.-
“Tránsito Final†cierra el poemario ¿con un
mensaje optimista y de búsqueda permanente?
R.- SÃ, la idea central del libro, y asà he querido
concluirlo, es que siempre hay que seguir buscando. Creo que es una idea muy
positiva porque trasmite deseo de búsqueda e inquietud permanentes. La
intención es que, cuando el lector acabe el libro, le quede un buen sabor de
boca. Permanencia en el Tránsito trata de ser un libro esperanzador. Y
creo que lo es. El mensaje queda claro desde el tÃtulo y, a pesar de que hay
textos muy profundos o que abordan temas delicados, creo que este libro plantea
una buena filosofÃa de vida.
En el fondo, me
parece la única manera de vivir, creo que no se puede estar en este mundo de
otra forma porque, si uno se estanca o piensa que tiene alguna certidumbre o
alguna certeza, probablemente se equivoque, asà lo veo yo al menos.
Hay que seguir
buscando, hay que seguir investigando y revisando cuestiones personales,
colectivas e históricas. Y creo que esa es la forma de vivir “permanentemente
en el tránsito†–asà es como yo quiero vivir- porque lo otro significa, o estar
en posesión de la verdad, y eso es muy peligroso, o estar enfermo o muerto
mentalmente y eso es muy triste y doloroso.