ENTREVISTA "POLÃTICA SESIONS" por EloÃsa Otero.
En http://tamtampress.es/2013/05/30/miguel-velayos-la-poesia-es-radicalmente-util-alumbra-guia-cuestiona/
• “En momentos de crisis, la palabra es una casa de misericordia para todosâ€
• “La cárcel es el lugar del mundo donde más poemas se escriben por metro cuadradoâ€
Por ELOÃSA OTERO
La Casa das Gentes, en la localidad leonesa de Balboa (en la hermosa comarca de los Ancares), acogerá este sábado 1 de junio (20:00 horas) la presentación de ‘PolÃtica Sesions’, el nuevo poemario del poeta y actor abulense Miguel Velayos. Y no será una presentación al uso, porque ‘PolÃtica Sesions’ (Ed. Vitrubio) es un libro de poemas, pero a la vez también es un espectáculo teatral y visual. La compañÃa Ambages –formada por la directora teatral Montse Ortiz y el propio Miguel Velayos– se ha especializado en la unión entre poesÃa y teatro, mostrando su trabajo en distintos escenarios y festivales con espectáculos como ‘Identidad de edades’, ‘Permanencia en el tránsito’ y, ahora, ‘PolÃtica Sesions’. La representación se repetirá un mes más tarde, el 3 de julio, en la sala ‘Metáforas’ de Madrid.
Miguel Velayos (Ãvila, 1978) es autor de los libros de poesÃa ‘Esquelas desde Madrid’ (premio Blas de Otero), ‘Yo también quise ser poema’ (finalista del certamen de Jóvenes Creadores de Castilla y León), ‘Desinencias’, ‘Identidad de edades’, ‘Permanencia en el tránsito’ y ‘PolÃtica Sesions’.
—‘PolÃtica Sesions’ cierra una trilogÃa que se inició con los libros ‘Identidad de edades’ y ‘Permanencia en el tránsito’. El propio tÃtulo de este nuevo libro ya invita a la reflexión: ¿Es posible responder desde la poesÃa a los tiempos que nos toca vivir?
—No sólo creo que es posible, sino necesario. DecÃa Octavio Paz que la poesÃa sirve para llorar y celebrar el mundo. En nuestra época es más útil que nunca saber llorar el mundo y saber celebrarlo. La poesÃa, desde tiempos muy remotos, ha acompañado al ser humano. Forma parte indisoluble de él… ¿Por qué renunciar a ese acompañamiento que nos consuela, que nos enseña, que nos pregunta y nos transforma? Sigo pensando que la poesÃa es radicalmente útil.
—En tus libros anteriores habÃa “una invitación a preguntarse quiénes somos y a investigar sobre el pasado y sobre las personas que han influido en cada uno de nosotrosâ€. ¿Cuál es la propuesta de este nuevo libro?
—En este libro hay una apuesta mayor por la polÃtica y la historia, y especialmente, por visibilizar a los últimos de los últimos, a los olvidados, a los que sufren desde siempre… Sus gritos desgarradores, su hambre y su sangre milenaria, atraviesa las páginas de este libro.
—Como poeta y como persona, ¿cuál es tu reflexión sobre lo que está pasando en nuestra sociedad?
—Un análisis de la realidad, en estos momentos, requerÃa todo un ensayo. Sà puedo decir que estamos en un momento crucial de la Historia. Debemos definirnos nuevamente. Reflexionar. Aprender. Comprometernos. Provocar la esperanza…
—La poesÃa es uno de esos pocos terrenos desde los que se puede reivindicar la belleza, la esperanza y la utopÃa… ¿La poesÃa es polÃtica?
—Indudablemente; todo es polÃtica; hasta lo más escondido de nuestro interior es polÃtico. La confusión ha venido con esa extraña identificación entre polÃtica y partidos polÃticos. La primera de ellas es una de las actividades más nobles a las que una persona puede dedicar su vida. Los segundos se encuentran en el momento más decepcionante desde que empezó nuestra democracia.
—¿Cómo evitar no caer en lo panfletario?
—La buena poesÃa social o polÃtica o comprometida, o como queramos llamarla –yo no soy muy amigo de las etiquetas o los nombres preconcebidos– nunca es panfletaria porque trasciende, elabora grandes metáforas para que podamos entendernos mejor como especie y analizar desde un lugar inédito la época en la que vivimos. Lo panfletario es caduco; lo trascendente ilumina, alumbra, guÃa, cuestiona…
—¿Qué poetas te inspiran?
—Muchos. La lista serÃa interminable. Nunca digo un nombre porque al final uno tiene la sensación de que olvida influencias importantes. Trato de leer lo máximo posible.
—Hacer poesÃa y teatro sin duda es una propuesta sugerente, supongo que es otra forma de llegar al público, pero también de exponerse. ¿Cómo vives esta experiencia? ¿Qué buscas?
—El teatro es una herramienta de comunicación muy poderosa. Uno, como bien dices, está expuesto, y yo valoro mucho a las personas que se exponen, que arriesgan. Nosotros nos acercamos al teatro para abordar los textos poéticos desde otro lugar. Buscamos la emoción.
—Los recitales de poesÃa parecen estar muy vivos, y toman nuevos espacios, como calles y cafés, donde el público disfruta… ¿a qué crees que se debe? ¿está cambiando la manera de leer y recibir la poesÃa?
—Volvemos a estar necesitados de palabras, y además, en los lugares donde podamos vernos las caras, mirarnos a los ojos, sentirnos cerca. Siempre que hay momentos de crisis, la palabra es una casa de misericordia para todos nosotros.
—[A propósito de una definición de “poema†de Olvido GarcÃa Valdés: “Un poema es un lugar raro en el que se guarda la vidaâ€; o esta otra de Juan Carlos Mestre: “La poesÃa es el lenguaje de la delicadeza humanaâ€, “la voz del cuidadoâ€, que decÃa Miguel Suárez…] ¿Qué es para ti un poema? ¿Qué es para ti la poesÃa?
—DecÃa León Felipe que un poema es un testamento. Yo añado que un poema es un testamento de un hombre que ama profundamente la vida.
—¿En qué estás trabajando ahora?
—Estoy trabajando en el libro más importante de mi vida. Un homenaje a la orfandad. Aún estoy en las fases previas. Sólo puedo decir que el trabajo que tengo por delante me entusiasma.
—Creo que impartes talleres de escritura en prisiones. Cuéntame algo de esa experiencia… qué aporta la poesÃa a los internos… [yo participé en algunas lecturas con presos aquà en León, en la cárcel de Mansilla, y me quedé impresionada por la atención y, sobre todo, por lo mucho y bien que escribÃan algunos…]
—La cárcel es el lugar del mundo donde más poemas se escriben por metro cuadrado. Llevo 5 años impartiendo cursos de poesÃa y la experiencia siempre es fascinante. Contemplar en los ojos de los presos el descubrimiento de la palabra. Por primera vez pueden nombrar lo que les pasa, lo que han hecho, hacia donde van sus temores y sus esperanzas. Entre los muros de una cárcel, uno siempre se rinde ante el valor radicalmente útil de la poesÃa.